Capítulo I - Parte I

Después de una larga noche en la que permanecí sumido en mis mas profundos pensamientos cuando volví a la realidad era un día como cualquier otro de no ser por la preocupación que inundaba los pensamientos de todo el país por culpa de la epidemia del virus "Evo" que azotaba Arika y que amenazaba con extenderse por el resto del mundo si no se actuaba rápido. Me dispuse a tomarme mi café de todas las mañanas mientras veía las noticias en el salón junto a mis compañeros de piso Guillermo y Daniel esperando oír buenas noticias acerca de la evolución del virus, pero no fue así, el virus estaba saliendo de Arika y se empezaba a extender por los países vecinos. Después de haber debatido el tema haciendo visible nuestra preocupación me fui al trabajo. Yo trabajaba en unos laboratorios de una empresa privada en los que investigaba todo tipo de enfermedades y desarrollaba junto al resto de la plantilla de la empresa posibles vacunas y medicamentos que vendíamos a las grandes multinacionales. En mi caso llevaba varias semanas investigando una posible cura contra el temido virus Evo. Era complicado desarrollar una cura para aquel virus ya que las pruebas que efectuábamos precisaban de abundantes muestras de sangre de personas afectadas y era muy arriesgado para nosotros viajar a Arika en su búsqueda a la vez que suponía un elevado riesgo para los afectados el perder sangre debido a su frágil estado de salud. Hoy era mi día libre y me gustaba aprovecharlos yendo con mis amigos al bosque para evadirme por un día de todos los problemas y disfrutar de la naturaleza, algo que me apasiona. Cogimos los tres nuestras bicicletas, las montamos en la baca del coche y nos pusimos en camino hacia las preciosas montañas Polibus, un lugar muy frecuentado por excursionistas y amantes de la naturaleza. Al llegar a un amplio emplazamiento planeamos una ruta por los senderos para llegar a la cima de Polibus. Estuvimos varias horas recorriendo los senderos con unas sobrecogedoras vistas hacia el horizonte en las que se apreciaba un inmenso paraje natural con un amplio y exuberante ecosistema que por suerte parecía no haber sido víctima de las devastadoras manos del ser humano. A pocos minutos de llegar a la cima Guillermo se paró en seco y señalo hacia la pared de la montaña -Mirad -dijo Guillermo- había una especie de estructura metálica incrustada en la pared de la montaña cubierta por la espesura de la vegetación. Nos bajamos de nuestras bicicletas puesto que el follaje no nos permitía avanzar mas. Llegamos a la entrada de aquella estructura. Parece un refugio subterráneo -Exclamó Daniel-. Tras retirar las ramas que cubrían la entrada pudimos apreciar dos grandes puertas correderas de hormigón musgoso que parecían no haber sido abiertas en mucho tiempo. Nos colocamos los tres en una esquina de la puerta y empujamos con todas nuestras fuerzas. La puerta se movió lentamente haciendo un ruido estrepitoso. Saqué la linterna de mi mochila y alumbré la abertura. Divisé unas escaleras al final de un túnel que conducía a la entrada. 

Capítulo I - Parte II

-Ya que hemos llegado hasta aquí deberíamos entrar. -Dijo Guillermo- Puede ser peligroso -Contestó Daniel- Estoy de acuerdo con Guillermo, entremos -Contesté. Daniel no estaba muy seguro pero la curiosidad pudo con él y finalmente decidieron avanzar. Atravesamos un largo pasillo y bajamos las escaleras al final de las cuales nos aguardaba una gran cámara subterránea en la que había unos sacos de arena apilados uno encima de otro construyendo una estructura que se asemejaba a una especie de cama y un escritorio corroído por el paso del tiempo en el que había un fichero o lo que quedaba de él junto a un montón de hojas sueltas donde apenas se podían distinguir unas cuantas frases.
Observando detalladamente las frases sueltas de cada hoja me di cuenta de que aquello era el diario de un refugiado de la segunda guerra mundial que se hacia llamar Sr. Smith en el que narraba la cruel situación que vivía a diario en unas condiciones infrahumanas. -Que sitio mas trágico, no me puedo imaginar por lo que tuvo que haber pasado aquel hombre. -Dijo Daniel- Vayámonos de aquí, no quiero seguir estando mas tiempo en este lugar -Dijo Guillermo-. Cerramos las puertas de aquel refugio, cogimos nuestras bicicletas y seguimos nuestro camino hacia la cima. Cuando llegamos al punto mas alto de Polibus nos sentamos y disfrutamos de las grandiosas vistas. -No puedo olvidar lo de aquel hombre, como se pueden anteponer los ideales y el afán de una persona por llevarle a él y a los suyos a la supremacía por encima de las vidas de millones de seres humanos -Se preguntó Daniel en voz alta- Yo tampoco soy capaz de comprenderlo, lo único que puedo decirte al respecto es que el poder corrompe a las personas y cuando se alcanza una determinada popularidad o poder algunos la aprovechan para su bien sin pensar en la repercusión que pueda tener sobre los demás. -Le contesté-. -Parece mentira que vivamos en el mismo planeta -Dijo Daniel en voz baja-. El sol comenzaba a caer sobre el horizonte, mientras volvíamos a casa después de un largo día reflexionábamos a cerca de lo sucedido, del trabajo y sobre todo la evolución del Evo. Varias semanas mas tarde me encontraba en mi laboratorio cuando de repente alguien llamó a la puerta. ¡Adelante! -Exclamé-. -Nolan quiere hablar contigo, esta en la planta inferior. Nolan era el encargado de la sección de los compuestos experimentales.
Me puse el traje con ventilación autónoma para poder entrar en la sala siguiendo el protocolo de seguridad y me dirigí a la planta inferior. -Buenas Nolan, me han dicho que me necesitabas. -Dije- -Hola Cristian, hemos estado trabajando en un compuesto experimental, el "M5-99" que mezclado con los anticuerpos de personas que habían superado la enfermedad podría proporcionarnos la solución a esta epidemia. -Dijo Nolan- ¡Estupendo!, y ¿cuando vais a empezar a suministrárselo a los afectados? -Contesté-. -Aun estamos en las primeras fases de la investigación, hemos hecho pruebas con pequeños roedores y el 60% de los sujetos que habían sido infectados con el Evo consiguieron superar la enfermedad al inocularles el M5-99. -Dijo Nolan-. Miré alrededor de aquella sala herméticamente cerrada y vi unas cajas apiladas que contenían pequeños mamíferos los cuales me llamaron mucho la atención ya que poseían un extraño comportamiento, eran muy agresivos, algunos parecían pelearse entre ellos mientras que otros corrían de un lado a otro de la caja desenfrenadamente.  -¿Por qué se comportan de ese modo? -Pregunté-. -Son los efectos secundarios del M5-99, su organismo no consigue asimilar muy bien el compuesto y parte de él es absorbido por el cerebro afectando al área que controla el raciocinio. No le des mayor transcendencia, por algo aun es un compuesto experimental. -Dijo Nolan-. No estaba muy convencido de la eficacia de aquel compuesto y menos aun observando el extraño comportamiento de aquellos sujetos experimentales. Me despedí de Nolan y volví a mi trabajo. 

Capítulo I - Parte III

Nos encontrábamos en el salón viendo las noticias como todas las mañanas cuando escuchamos unas alarmantes noticias  "Se agrava la epidemia del Evo, los habitantes de Arika y de los países afectados de los alrededores fruto de su desesperación intentan huir a lugares mas seguros poniendo en riesgo a la población de los países que se encuentran libres del virus, se extreman las medidas en los aeropuertos y las fronteras de todo el continente". -Esto no pinta nada bien, los gobiernos tienen que hacer algo cuanto antes sino quieren que esto se convierta en una pandemia mundial. ¿Por cierto cómo vais con la cura? -Preguntó Daniel- -Hemos descubierto una sustancia que podría ser la solución pero aun es muy temprano para saber si funcionara o no. De todas formas os informaré de cualquier novedad respecto al tema si me entero de algo mas. -Contesté- -El otro día leí en el periódico que estaban pidiendo participación ciudadana para alistarse en el ejercito de apoyo humanitario de Tames para proteger el país contra la infección y llevar suministros a los habitantes de Arika que estaban muriéndose al no recibir ayuda de ningún tipo ya que la gente tenia miedo a contagiarse al no saber quien estaba sano y quien estaba infectado. Me gustaría alistarme para ayudarles -Dijo Daniel-. -¡Cómo alistarte en el ejercito te has vuelto loco quieres contagiarte tu también! -Exclamó Guillermo- -Ponte en su lugar, ten un poco de empatía, ¿te gustaría estar en su situación y morirte de hambre porque nadie quiera acercarse a ti? -Preguntó Daniel- -No es eso, bueno, haz lo que creas conveniente pero no me parece una buena idea. -Dijo Guillermo- -Las inscripciones para alistarse comienzan esta misma semana, debería ir preparándome. -Dijo Daniel- Ten mucho cuidado, no queremos que te pase nada. -Dije- -Tranquilos se cuidar de mi mismo no me pasara nada. -Contestó Daniel- -Eso espero -Dijo Guillermo-. Varios meses después. -Hoy es mi primer día en el ejercito de Tames, mi primera misión sera vigilar la frontera, espero poder hacer una buena labor para ayudar a frenar esta epidemia se que si todos ponemos un poco de nuestra parte lo acabaremos superando. -Dijo Daniel entusiasmado- -¡Buena suerte! -Exclamamos Guillermo y yo casi al mismo tiempo-. Me encontraba en mi laboratorio cuando vi a través del cristal a Nolan acercándose a mi sala. -¿Se puede? -Preguntó Nolan- -Adelante -Contesté- -Buenos días Cristian vengo a informarte de que ya tenemos lista la vacuna para el Evo- -Dijo Nolan- -Eso es genial, ya era hora de acabar con esto -Contesté exaltado- Ya podemos comenzar a vendérsela a las multinacionales para que la envíen a los hospitales de todo el mundo, bueno te dejo trabajar voy a ir organizando todo esto -Dijo Nolan- Yo estaba muy contento, no podía pensar en otra cosa, la terrible epidemia estaba llegando a su fin y me sentía orgulloso de haber participado en él. 

Capítulo I - Parte IV

-Me han destinado a Arika a suministrar a los hospitales la vacuna contra el Evo, partiré mañana por la mañana enhorabuena por conseguir la cura Cristian- -Dijo Daniel- -No me des las gracias a mi dáselas a todos los que han trabajado en ella para hacer posible el fin de esta epidemia y ten mucho cuidado por allí no queremos tener que verte a través de una mampara de cristal. -Dije- -Tranquilo no pasará nada, os traeré algún recuerdo cuando vuelva. -Dijo Daniel-. -¡Buen viaje!- -Exclamó Guillermo- A la mañana siguiente, antes de que Guillermo y yo nos despertáramos Daniel se encontraba ya en el avión. -¿Donde tenemos previsto pasar estas semanas? -Preguntó Daniel al Coronel Allen- -Vamos a asentarnos en una base al noroeste de Arika, un lugar seguro desde el que dirigiremos las operaciones de reparto de víveres y el abastecimiento de los hospitales con las vacunas. -Contestó el Coronel Allen-. Cuando llegaron a la base militar descargaron todo el equipaje y se instalaron en sus alojamientos temporales. Daniel estaba charlando con sus compañeros de habitación cuando se escuchó por los altavoces: Les habla el coronel Allen, ejercito de tierra y aire de Tames preséntese en el patio exterior dentro de 10 minutos. Una vez nos hallamos todos en él el coronel Allen y el resto de los instructores nos explicaron el cometido que teníamos cada uno. -Ejercito de tierra de Tames, vosotros iréis en el camión junto con las vacunas hasta el hospital Rames que se encuentra a unos 80 km de esta base, ejercito del aire, vosotros haréis un rodeo sobrevolando los puntos mas críticos marcados en vuestra carta de navegación mientras lanzáis los víveres a la población. Una cosa mas, ejercito de tierra, debéis equiparos con estos trajes para evitar cualquier posible contaminación en vuestra misión, no mantengáis contacto con ninguna persona ajena al personal del hospital. No tengo nada mas que deciros, ¡en marcha soldados! -Dijo Allen- Mientras estaban de camino al hospital pudieron observar la desolación que había causado el Evo en aquel país, no había casi gente por las calles, algunos cuerpos yacían tendidos en el suelo en un estado de descomposición avanzado, las granjas no tenían animales... Cuando llegaron al hospital los medicos les recibieron con mucha alegría y les indicaron que descargaran en el interior del almacén del hospital las cajas y cajas de viales que contenían la valiosa vacuna contra el Evo. -Muchas gracias a todos, ahora mismo empezaremos a suministrárselo a toda la población, espero que la situación mejore de aquí a unos meses, ya hemos sufrido demasiado- -Dijo un médico- En el camino de vuelta vieron en el horizonte una lluvia de cientos de pequeños paracaídas con víveres que habían sido lanzados desde el avión de sus compañeros. Esta misión se repetirá durante los siguientes días en los que repartiran a todos los hospitales de la ciudad la necesitada vacuna.

Capitulo I - Parte V

Daniel se encontraba en el camión junto con el resto de sus compañeros mientras regresaba a la base después de completar la misión de abastecimiento, se asomó por la ventanilla y vio un altercado en un perímetro aislado que supuestamente era considerada seguro ya que se les había inoculado la vacuna a todos los habitantes en el que un grupo de personas se estaban pegando brutalmente sin razón aparente. -Se están peleando varios individuos no identificados a nuestra derecha, debemos intervenir sino queremos que se maten. -Grito Daniel- -El coronel nos dio ordenes muy claras de no acercarnos a cualquier persona que no pertenezca al personal sanitario- -Contestó un sargento que se hallaba en el vehículo-. -Por lo menos deberíamos intentar separarles -Dijo un soldado-. Daniel cogió una granada con gas lacrimógeno, abrió la ventanilla y la lanzó con precisión en el centro del altercado. -Buen lanzamiento- Exclamó el sargento- Los individuos se disiparon rápidamente aturdidos por el gas. Al llegar a la base Daniel llamó a casa, le contó a Guillermo todo lo que había vivido esos días y Guillermo me lo contó a mí. Cuando me dijo lo de aquella pelea me vino súbitamente a la memoria la imagen de aquellos sujetos experimentales con los que Nolan estaba haciendo las pruebas. Tenia un extraño presentimiento, algo no iba bien. A la mañana siguiente al llegar al trabajo fui a hablar con Nolan y le conté lo sucedido. -Que esta pasando Nolan, porque se comportaban así esas personas- -Dije- Nolan parecía estar muy nervioso -Yo.. yo.. yo no se nada de eso como quieres que lo sepa -Dijo Nolan balbuceando- -No me mientas Nolan se que algo raro esta pasando, se un hombre y dime la verdad. -Hace unos meses poco después de iniciar la investigación de la cura unos hombres trajeados vinieron a mi despacho, no me quisieron decir de parte de quien venían, sacaron un maletín y me dieron unos cuantos viales con un compuesto que llamaban "M5-99", me dijeron que era una sustancia que afectaba al área del raciocinio provocando que al inoculárselo a los infectados perdieran el control de sus actos y atacaran a otras personas que también habían sido inoculadas con él, les pregunté que porque querían hacer eso y me contestaron que era la mejor forma de erradicar a todos los infectados del Evo y acabar con la enfermedad, también me dijeron que era inofensivo para cualquier persona que no tuviera el Evo, al principio pensaba que se trataba de una broma y les invite a marcharse de mi despacho pero abrieron un maletín con una enorme suma de dinero y me aseguraron que si usaba esa sustancia ganaría mucho mas. -Dijo Nolan- -Estas de broma, me estas diciendo que la vacuna contra el Evo es una farsa y que las miles de personas afectadas por él van a morir, como has podido vender la dignidad de miles de personas a cambio de unos malditos billetes. -Dije horrorizado- No me podía creer lo que había pasado, miles de personas inocentes iban a morir y lo peor de todo es que yo había participado en ello sin saberlo. Llamé a la policía y le conté todo lo sucedido, los días de Nolan habían acabado, pero lo que mas me preocupaba eran las vidas de todas esas personas inocentes.


Capítulo II - Parte I

La horrible noticia sobre la falsa vacuna llegó a los medios de comunicación de todo el mundo sumiendo en el pánico y la preocupación a la humanidad. El caos se apoderó de Arika y los países vecinos en los que la población sobre todo la de infectados que habían sido inoculados con la “vacuna” se hallaban recluidos en campos de cuarentena bajo estricta vigilancia como medida preventiva en respuesta a la terrible situación. El M5-99 estaba en el punto de mira de toda la humanidad, se dejaron a un lado todas las guerras, las diferencias y los problemas del planeta y toda la humanidad se unió para asegurar su supervivencia, los gobiernos de todo el mundo hicieron pactos para desarrollar una solución y establecieron fuertes medidas para evitar que el contagio del Evo continuara extendiéndose. Lo que mas preocupación causaba era si los millones de personas que fueron vacunados con el Evo para prevenir su contagio se verían afectados de algún modo por este. Al regresar de su misión Daniel nos relató la tremenda situación que se estaba viviendo en Arika. -Ademas de haber sufrido un brote de Evo que estaba matando gran parte de la población hay que sumarle esto, la gente de Arika esta agonizando por sus calles si no se hace algo van a acabar exterminando el país entero. -Dijo Daniel- -Aun no soy capaz de asimilarlo, quien puede tener tanta sangre fría como para hacer un exterminio de estas dimensiones. -Contesté enojado- El daño ya esta hecho no podemos hacer nada al respecto, lo único que nos queda es esperar que esto no afecte a los millones de vacunados y rezar porque se desarrolle una cura, aunque después de esto la gente ya no sabrá si mienten o dicen la verdad, aunque esto se llegue a arreglar el mundo ya no sera tal y como lo conocíamos. -Dijo Guillermo-. -Yo no pienso quedarme de brazos cruzados esperando a que esto se arregle solo y menos aun después de haber sido partícipe, me siento culpable y quiero hacer algo al respecto, ya no tengo trabajo así que después de haberlo pensado mucho he decidido alistarme al ejercito junto a Daniel, prefiero morir dignamente habiendo ayudado a la humanidad a morir en una sala de cuarentena sabiendo que contribuí en ella. -Contesté-. -Y tu Guillermo, ¿qué piensas hacer? -Dijo Daniel- -Me alistaré con vosotros sino queda mas remedio, aunque creo que no servirá de mucho, para mi esto es el principio del fin. -Dijo Guillermo-. 

Capítulo II - Parte II

Un soldado recibe una brutal paliza en Arika. El herido era un varón de treinta y cinco años de edad que formaba parte del ejercito de tierra de Támes el cual se encontraba retirando todos los suministros de la fraudulenta vacuna contra el Evo en un hospital cuando según su versión de los hechos fue atacado por un sujeto aún no identificado contagiado por el virus Evo que le propició una bestial paliza momentos antes de que fuera reducido por el ejercito mediante descargas eléctricas. El soldado fue repatriado inmediatamente en un helicóptero en el cual se le prestó ayuda médica hasta llegar a un hospital. Aun se desconocen las causas del ataque, no se descarta la posibilidad de que el virus haya mutado”. Guillermo, Daniel y yo nos encontrábamos en el comedor de la base militar Veretta en Arika cuando oímos estas noticias junto al resto de nuestros compañeros, durante unos segundos la totalidad de la sala se llenó de un silencio sepulcral en el que estábamos tan sumamente impactados por la noticia que ninguno de nosotros era capaz de gesticular palabra alguna. Un fuerte murmullo rompió el silencio y el pánico pareció haberse apoderado de todos nosotros cuando el coronel Allen se puso en pie y gritó: -¡Silencio, no debemos alarmarnos aun no sabemos si es por culpa de la vacuna, nuestro deber es velar por la seguridad de las personas para eso estamos aquí, si alguien quiere volverse a su casa que se vaya ahora mismo!- -Exclamó Allen- Tras estas palabras el silencio volvió a inundar la sala. Al acabar de comer Daniel nos presentó al coronel Allen. -¿Cree usted que esto ha sido la vacuna? -Le pregunté- No estoy seguro, en cualquier caso ese no es nuestro trabajo, ahora deja las preguntas y haz tu tarea. -Me contestó Allen-. Nos habían destinado a sustraer y eliminar todos los restos de las vacunas que quedasen en los hospitales, a Guillermo y a mi nos asignaron en el ejercito de tierra mientras que a Daniel le encomendaron la misión de suministrar víveres y cubrirnos por si se producía algún altercado. Varios días mas tarde me encontraba en la habitación descansando después de un largo día de trabajo cuando sonó mi teléfono móvil: -Tengo algo que puede hacer que todo este sufrimiento llegué a su fin, pero quiero algo a cambio, algo que solo tú puedes ofrecerme.- -¿Quién eres, como has conseguido mi número? -Pregunté- -No hagas preguntas, haz lo que te digo si quieres que todo vuelva a la normalidad, volveré a llamarte mas adelante y te daré indicaciones de lo que tienes que hacer, no le digas nada de esto a nadie, ni siquiera Guillermo y Daniel. -¿Cómo sabes sus nombres? Si esto es algún tipo de broma no tiene gracia dime quién eres -Contesté- ¿Recuerdas los hombres de los que Nolan te hablo? -Pero, ¿cómo sabes eso? (…) ¿hola, sigues ahí? Ese hombre o quien fuera el que me llamó había colgado, no sabia nada de él, ¿Quién era y que quería de mí? No le conté nada de esto a nadie y los siguientes días esperaba preocupado que me volviese a llamar aquel tipo.

Capítulo II - Parte III

-Trae contigo el fichero que encontraste en el monte Polibus, nos reuniremos en una zona a las afueras de la ciudad, cuando estés fuera te volveré a llamar, una cosa mas, no traigas a nadie contigo ven tu solo... -Estas fueron sus ultimas palabras antes de colgar, al parecer llevaba bastante tiempo vigilándonos porque lo de aquel fichero solo lo sabíamos yo Guillermo y Daniel, no se lo habíamos contado a nadie mas. Antes de dirigirme al lugar que habíamos concertado me lleve conmigo la pistola reglamentaria que nos dieron en el ejercito por mi seguridad. Al llegar al lugar tuve que bajarme del coche y hacer el resto del camino a pie porque el terreno me impedía avanzar en él. Al salir de la ciudad me volvió a llamar y me dijo que buscara una pequeña cabaña en medio del descampado. Caminé durante un buen rato y vi una estructura en medio de la nada, allí estaba. Mientras me acercaba a aquella cabaña que parecía no haber estado habitada durante mucho tiempo mi preocupación aumentaba, no sabía quién era ni porque me había traído hasta aquí. Llamé a la puerta y esta se abrió lentamente, -¿Hola, hay alguien ahí? -Pregunté- -Adelante -Contestó alguien- Al fondo de la habitación y entre la penumbra que cubría toda la cabaña había un hombre siniestro con la mirada perdida sentado en el sofá. -¿Para que me has traído hasta aquí, qué quieres de mí? -Pregunté exaltado- -En este vial esta la cura que contrarrestará los efectos del M5-99, y te preguntarás ¿que se yo del M5-99? Pues yo soy su creador. Sabía que si te pidiese los ficheros no me los ibas a dar así que para llamar tu atención diseñe toda esta estrategia, y ahora que lo he conseguido y te tengo aquí dámelos y te daré la cura. -Dijo aquel hombre- -¿Has provocado una crisis mundial solo por unos malditos ficheros, tan importantes son? Dame ahora mismo ese vial y entrégate -Contesté muy enfadado- -Las cosas no funcionan así amigo mio, en mis manos esta el destino de la humanidad yo que tu tendría cuidado con lo que haces- -Contestó entre carcajadas- Saqué los ficheros de mi mochila y los tiré al suelo. -Ahora dame el vial maldito monstruo- -Contesté- -Sacó una especie de lámpara que producía una luz violeta y apuntó a un folio del fichero, de repente aparecieron una enorme cantidad de símbolos que a simple vista no se podían observar. -La humanidad no debe conocer esto, ¡Nunca! -Contestó- Levantó la sábana que cubría el sofá y un reloj atado a una enorme cantidad de explosivos surgieron de debajo. ¡Noooo! -¡Exclamé con todas mis fuerzas mientras corría de aquel lugar!- A unos 500 metros de la cabaña una fortísima explosión se escuchó a mis espaldas, miré detrás mía y vi una enorme bola de fuego emerger de la cabaña. Mientras volvía a la base Veretta estaba trastornado, no podía creer lo que había pasado. Al llegar le conté todo a Guillermo y Daniel y decidimos no decirle nada al capitán Allen y mantener en secreto lo de aquel emplazamiento. Debemos volver a aquel lugar algún día, ese sitio guarda secretos muy importantes -Dijo Guillermo-. En los siguientes días salió en las noticias aquella explosión pero no encontraron ninguna prueba ya que todo estaba pulverizado. -Todo lo que esta pasando esta relacionado pero aún no sabemos por qué. -Dijo Guillermo- Algo muy gordo hay detrás de todo esto y pienso averiguar que es. -Contesté-