Capítulo I - Parte III

Nos encontrábamos en el salón viendo las noticias como todas las mañanas cuando escuchamos unas alarmantes noticias  "Se agrava la epidemia del Evo, los habitantes de Arika y de los países afectados de los alrededores fruto de su desesperación intentan huir a lugares mas seguros poniendo en riesgo a la población de los países que se encuentran libres del virus, se extreman las medidas en los aeropuertos y las fronteras de todo el continente". -Esto no pinta nada bien, los gobiernos tienen que hacer algo cuanto antes sino quieren que esto se convierta en una pandemia mundial. ¿Por cierto cómo vais con la cura? -Preguntó Daniel- -Hemos descubierto una sustancia que podría ser la solución pero aun es muy temprano para saber si funcionara o no. De todas formas os informaré de cualquier novedad respecto al tema si me entero de algo mas. -Contesté- -El otro día leí en el periódico que estaban pidiendo participación ciudadana para alistarse en el ejercito de apoyo humanitario de Tames para proteger el país contra la infección y llevar suministros a los habitantes de Arika que estaban muriéndose al no recibir ayuda de ningún tipo ya que la gente tenia miedo a contagiarse al no saber quien estaba sano y quien estaba infectado. Me gustaría alistarme para ayudarles -Dijo Daniel-. -¡Cómo alistarte en el ejercito te has vuelto loco quieres contagiarte tu también! -Exclamó Guillermo- -Ponte en su lugar, ten un poco de empatía, ¿te gustaría estar en su situación y morirte de hambre porque nadie quiera acercarse a ti? -Preguntó Daniel- -No es eso, bueno, haz lo que creas conveniente pero no me parece una buena idea. -Dijo Guillermo- -Las inscripciones para alistarse comienzan esta misma semana, debería ir preparándome. -Dijo Daniel- Ten mucho cuidado, no queremos que te pase nada. -Dije- -Tranquilos se cuidar de mi mismo no me pasara nada. -Contestó Daniel- -Eso espero -Dijo Guillermo-. Varios meses después. -Hoy es mi primer día en el ejercito de Tames, mi primera misión sera vigilar la frontera, espero poder hacer una buena labor para ayudar a frenar esta epidemia se que si todos ponemos un poco de nuestra parte lo acabaremos superando. -Dijo Daniel entusiasmado- -¡Buena suerte! -Exclamamos Guillermo y yo casi al mismo tiempo-. Me encontraba en mi laboratorio cuando vi a través del cristal a Nolan acercándose a mi sala. -¿Se puede? -Preguntó Nolan- -Adelante -Contesté- -Buenos días Cristian vengo a informarte de que ya tenemos lista la vacuna para el Evo- -Dijo Nolan- -Eso es genial, ya era hora de acabar con esto -Contesté exaltado- Ya podemos comenzar a vendérsela a las multinacionales para que la envíen a los hospitales de todo el mundo, bueno te dejo trabajar voy a ir organizando todo esto -Dijo Nolan- Yo estaba muy contento, no podía pensar en otra cosa, la terrible epidemia estaba llegando a su fin y me sentía orgulloso de haber participado en él. 

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