-Ya
que hemos llegado hasta aquí deberíamos entrar. -Dijo Guillermo-
Puede ser peligroso -Contestó Daniel- Estoy de acuerdo con Guillermo,
entremos -Contesté. Daniel no estaba muy seguro pero la curiosidad
pudo con él y finalmente decidieron avanzar. Atravesamos un largo
pasillo y bajamos las escaleras al final de las cuales nos aguardaba
una gran cámara subterránea en la que había unos sacos de arena
apilados uno encima de otro construyendo una estructura que se
asemejaba a una especie de cama y un escritorio corroído por el paso
del tiempo en el que había un fichero o lo que quedaba de él junto
a un montón de hojas sueltas donde apenas se podían distinguir unas
cuantas frases.
Observando
detalladamente las frases sueltas de cada hoja me di cuenta de que
aquello era el diario de un refugiado de la segunda guerra mundial
que se hacia llamar Sr. Smith en el que narraba la cruel situación
que vivía a diario en unas condiciones infrahumanas. -Que sitio mas
trágico, no me puedo imaginar por lo que tuvo que haber pasado aquel
hombre. -Dijo Daniel- Vayámonos de aquí, no quiero seguir estando
mas tiempo en este lugar -Dijo Guillermo-. Cerramos las puertas de
aquel refugio, cogimos nuestras bicicletas y seguimos nuestro camino
hacia la cima. Cuando llegamos al punto mas alto de Polibus nos
sentamos y disfrutamos de las grandiosas vistas. -No puedo olvidar lo
de aquel hombre, como se pueden anteponer los ideales y el afán de una
persona por llevarle a él y a los suyos a la supremacía por encima de las vidas de millones de seres humanos -Se preguntó
Daniel en voz alta- Yo tampoco soy capaz de comprenderlo, lo único
que puedo decirte al respecto es que el poder corrompe a las personas
y cuando se alcanza una determinada popularidad o poder algunos la
aprovechan para su bien sin pensar en la repercusión que pueda tener sobre
los demás. -Le contesté-. -Parece mentira que vivamos en el mismo planeta -Dijo Daniel en voz baja-. El sol comenzaba a caer sobre el
horizonte, mientras volvíamos a casa después de un largo día
reflexionábamos a cerca de lo sucedido, del trabajo y sobre todo la
evolución del Evo. Varias semanas mas tarde me encontraba en mi laboratorio cuando de repente alguien llamó a la puerta. ¡Adelante! -Exclamé-. -Nolan quiere hablar contigo, esta en la planta inferior. Nolan era el encargado de la sección de los compuestos experimentales.
Me puse el traje con ventilación autónoma para poder entrar en la sala siguiendo el protocolo de seguridad y me dirigí a la planta inferior. -Buenas Nolan, me han dicho que me necesitabas. -Dije- -Hola Cristian, hemos estado trabajando en un compuesto experimental, el "M5-99" que mezclado con los anticuerpos de personas que habían superado la enfermedad podría proporcionarnos la solución a esta epidemia. -Dijo Nolan- ¡Estupendo!, y ¿cuando vais a empezar a suministrárselo a los afectados? -Contesté-. -Aun estamos en las primeras fases de la investigación, hemos hecho pruebas con pequeños roedores y el 60% de los sujetos que habían sido infectados con el Evo consiguieron superar la enfermedad al inocularles el M5-99. -Dijo Nolan-. Miré alrededor de aquella sala herméticamente cerrada y vi unas cajas apiladas que contenían pequeños mamíferos los cuales me llamaron mucho la atención ya que poseían un extraño comportamiento, eran muy agresivos, algunos parecían pelearse entre ellos mientras que otros corrían de un lado a otro de la caja desenfrenadamente. -¿Por qué se comportan de ese modo? -Pregunté-. -Son los efectos secundarios del M5-99, su organismo no consigue asimilar muy bien el compuesto y parte de él es absorbido por el cerebro afectando al área que controla el raciocinio. No le des mayor transcendencia, por algo aun es un compuesto experimental. -Dijo Nolan-. No estaba muy convencido de la eficacia de aquel compuesto y menos aun observando el extraño comportamiento de aquellos sujetos experimentales. Me despedí de Nolan y volví a mi trabajo.
Me puse el traje con ventilación autónoma para poder entrar en la sala siguiendo el protocolo de seguridad y me dirigí a la planta inferior. -Buenas Nolan, me han dicho que me necesitabas. -Dije- -Hola Cristian, hemos estado trabajando en un compuesto experimental, el "M5-99" que mezclado con los anticuerpos de personas que habían superado la enfermedad podría proporcionarnos la solución a esta epidemia. -Dijo Nolan- ¡Estupendo!, y ¿cuando vais a empezar a suministrárselo a los afectados? -Contesté-. -Aun estamos en las primeras fases de la investigación, hemos hecho pruebas con pequeños roedores y el 60% de los sujetos que habían sido infectados con el Evo consiguieron superar la enfermedad al inocularles el M5-99. -Dijo Nolan-. Miré alrededor de aquella sala herméticamente cerrada y vi unas cajas apiladas que contenían pequeños mamíferos los cuales me llamaron mucho la atención ya que poseían un extraño comportamiento, eran muy agresivos, algunos parecían pelearse entre ellos mientras que otros corrían de un lado a otro de la caja desenfrenadamente. -¿Por qué se comportan de ese modo? -Pregunté-. -Son los efectos secundarios del M5-99, su organismo no consigue asimilar muy bien el compuesto y parte de él es absorbido por el cerebro afectando al área que controla el raciocinio. No le des mayor transcendencia, por algo aun es un compuesto experimental. -Dijo Nolan-. No estaba muy convencido de la eficacia de aquel compuesto y menos aun observando el extraño comportamiento de aquellos sujetos experimentales. Me despedí de Nolan y volví a mi trabajo.
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